Vamos a exponer los conceptos fundamentales acerca de una de las operaciones de mantenimiento menos atractivas para el usuario, por su elevado riesgo
Vamos a exponer los conceptos fundamentales acerca de una de las operaciones de mantenimiento menos atractivas para el usuario, por su elevado riesgo… y sin embargo una de las más comunes e importantes, especialmente dado el vertiginoso ritmo actual de renovación del hardware.
Las siguientes páginas se enfocan hacia la actualización de la BIOS de la placa base, aunque casi todo resulta aplicable para actualizar la BIOS de otros elementos, como tarjetas gráficas, controladoras de disco duro…
Generalidades: qué es la BIOS y tipos
Existen dos tipos de chips de BIOS:
La mayor parte de la siguiente exposición se referirá a la actualización de BIOS del tipo Flash, si bien al final trataremos un poco los aspectos hardware de la actualización de BIOS EEPROM.
¿Para qué actualizar la BIOS?
Aparte de para pasar el rato en una aburrida tarde de verano, por dos motivos fundamentales:
- resolver problemas de funcionamiento de la placa base;
- añadir características nuevas a la placa base
(sobre todo, mejorar el soporte de microprocesadores).
¿Y qué clase de problemas nos soluciona una actualización de BIOS? Bien, nada mejor que un ejemplo casi real; hemos ido a la página de actualización de BIOS del fabricante de placas base ABIT y hemos seleccionado algunos posibles motivos:
Nombre del archivo: BXRNW.EXE Fecha: 21/07/2000 ID: NW |
NOTAS:
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Evidentemente, la lista anterior es una exageración conseguida mediante el famoso «cortar y pegar», pero supongo que resulta ilustrativa de lo que podemos esperar solucionar o añadir al cambiar de BIOS.
Antes de empezar…
2.- Lo siguiente y fundamental es identificar completamente la placa base:
- Fabricante (ASUS, Iwill, ABIT, AOpen, QDI, Soyo, Fic…)
- Modelo
- Versión (en algunos casos será importante saber si es la versión o revisión 1.0, la 1.1, la 2.0b…)
(generalmente una combinación de números y letras tipo «BX6», «CC820″…)
Para ello, lo mejor es consultar el manual de la placa base, o directamente abrir el equipo (teniendo en cuenta que esto podría anular su garantía y tomando las precauciones descritas en Fundamentos de la Actualización) y buscar en la placa un serigrafiado y/o etiquetas (muchas veces pegadas a las ranuras PCI o ISA) con estos datos.
Si no encuentra ningún indicio, puede observar la primera pantalla que aparece al arrancar el equipo (ésa en la que se muestra la memoria del sistema, se detectan los discos duros y pone algo como «Press XXX to enter Setup»). Allí debería aparecer el nombre del fabricante de la BIOS (Award, AMI, Phoenix…) y el de la placa base, o al menos una larga cadena de cifras y números del estilo de la siguiente:
Apúntela en un papel (resulta algo difícil por lo rápido que desaparece, pero tal vez pueda detener el proceso de arranque pulsando la tecla «Pause») y consulte esta página web, en «Award Numbers» o «AMI Numbers» dependiendo del fabricante de la BIOS.
Si la BIOS es de la marca Award, también puede fijarse en el último grupo de cifras; los caracteres 6 y 7 identifican al fabricante, según la siguiente lista (los 5 anteriores generalmente se refieren al chipset). Si es AMI, fíjese en el tercer grupo de cifras y consulte la lista disponible en esta página web.
3.- Ahora sólo le queda entrar en su BIOS actual (según se explica en la página ¿Qué es… la BIOS?) y apuntar todos los valores que aparecen en la misma. Esto le facilitará mucho el proceso de configuración de la nueva BIOS, especialmente si no conoce a fondo lo que significan los parámetros de la BIOS.
4.- Ah, una precaución adicional: algunas BIOS tienen una protección para impedir su borrado por virus; consulte el manual de la placa base o busque algo como «BIOS-ROM Flash Protect» y configúrelo como «Flashable» o «Disabled».
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