A continuación veremos como haceer para que Windows XP reconozca un disco duro SATA en la instalación .
Uno de los problemas que se pueden dar durante la instalación de Windows XP en un ordenador con disco duro SATA es que no reconozca el disco.
Esto se debe a que Windows no reconoce la controladora SATA al carecer de los drivers necesarios. Este problema parece ser que en las placas base más reciente se ha solucionado en parte, ya que por lo que he podido comprobar últimamente el setup viene configurado para que no se produzca ese problema, pero en placas anteriores o en ordenadores portátiles sigue siendo habitual.
Hay dos formas de solucionarlo, que vamos a ver a continuación. Ambas son efectivas, aunque van por diferentes caminos.
Instalar el driver de la controladora SATA:
Esta es una de las formas de solucionar el problema, pero primero vamos a ver como conseguir este driver:
1º – Mediante el disquete de drivers SATA. Muchas placas traen (o al menos traían) un disquete de 3.5'' con el driver correspondiente.
2º – Arrancando el ordenador con el CD de drivers de la placa base. Si arrancamos desde el CD de la placa base nos aparece la opción para generar el disquete con los drivers SATA y RAID.
3º – Bajándolos de la web del fabricante de la placa base. La mayoría de los fabricantes tienen en su sección de descargas el driver SATA de la placa base. Hay que buscar el correspondiente exactamente a nuestra placa, ya que no todas llevan el mismo controlador.
Una vez comenzada la instalación de Windows XP desde el CD, la primera pantalla que nos aparece es la siguiente:
Pulsamos F6 y nos saldrá una ventana como la siguiente:
Pulsamos S y accedemos a una pantalla en la que buscamos en el disquete que anteriormente hemos preparado el driver correspondiente. Una vez instalado ya continuamos con la instalación de Windows. Es muy importante conservar este disquete, ya que nos lo va a pedir cada vez que tengamos que reinstalar nuestro Windows.
Modificando la BIOS:
Otro sistema es modificar la BIOS para poder instalar sin problemas, y este es el sistema que debemos emplear en los ordenadores portátiles, ya que carecen de disquetera.
Este sistema va a depender de la BIOS que tengamos en nuestra placa base, de sus opciones y configuración, por lo que es muy conveniente consultar detenidamente el manual de instalación de la placa base.
Vamos aquí a dar una idea de los pasos a seguir, aunque ya digo que según qué modelo de placa base y versión de BIOS puede diferir, pero el objetivo siempre es el mismo, que SATA trabaje en cuanto a detección se refiere como IDE.
Entramos en el SETUP de la BIOS. Para ello, nada más pulsar el botón de encendido, pulsamos la tecla de acceso a dicho SETUP. Las teclas más habituales son F2 o Supr, aunque puede ser otra tecla de función (Fx).
Una vez dentro buscamos y configuramos tal como se indica los siguientes componentes:
RAID – Disable
SATA Controler – IDE o Disable
Normalmente estos parámetros están en la sección Advanced, en alguna de sus subsecciones.
Ya digo que no todas las placas base tienen las mismas opciones, pero el objetivo es el mismo.
No obstante, como ya he comentado, cada vez son más las placas base en las que no es necesario hacer ninguna modificación, ya que Windows XP (al menos SP2) reconoce sin problemas los discos SATA, pero la opción RAID sí que hay que deshabilitarla, en el caso de que esté habilitada (ponerla en Disable).
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