A continuación veremos las averias en las fuetes de alimentación.

La fuente de alimentación es un elemento esencial de nuestro ordenador y es también uno de los que le prestamos menos atención.

La fuente de alimentación es la encargada de suministrar la energía que nuestro ordenador necesita para funcionar, pero un ordenador es una máquina de precisión y necesita que esta alimentación sea en todo momento estable y dentro de unos márgenes de tolerancia que en algunos elementos son mínimos.

Como en todo, dentro de las fuentes de alimentación hay un gran surtido de modelos y sobre todo de calidades.

A este respecto hay que señalar que la calidad de las fuentes de alimentación que suelen traer las cajas es (salvo algunas excepciones, y por supuesto no me refiero a las de los ordenadores de marca) normal tirando a baja. Cuanto más barata sea la caja peor será la fuente de alimentación que traiga.

La calidad de una fuente de alimentación nos va a ahorrar muchos problemas y, a la larga, dinero.

Cada vez son más los fabricantes de cajas de calidad que no incorporan este elemento, por lo que se debe comprar aparte.

Las averías en la fuente de alimentación pueden ser de dos tipos:

– La fuente deja de funcionar.
Es el tipo de avería más fácil de localizar, ya que nuestro ordenador simplemente no va a encenderse.

– Deja de suministrar las tensiones correctas.
Esto ultimo es más difícil de detectar y sobre todo muchísimo mas peligroso, ya que no solo se avería la fuente de alimentación, si no que como consecuencia de esto se pueden estropear otros componentes del ordenador, en especial la placa base, la memoria y los periféricos (disco duro, unidades ópticas y lectores de medios).

Podemos detectar estas averías por una serie de problemas que empieza a darnos, como errores de lectura, bloqueos sin motivo aparente, dispositivos que fallan estando en perfecto estado, problemas de encendido, etc.
Este tipo de avería, como ya hemos dicho, son muy peligrosas, por lo que si tenemos indicios que que pueden estar ocurriendo debemos llevar lo antes posible la fuente a que nos la comprueben o bien cambiarla por otra.

Hay programas de testeo, como el Everest y otros similares, que nos indican los voltajes exactos que le están entrando a la placa base. Es conveniente que de vez en cuando perdamos 5 o 10 minutos observando si las tensiones suministradas son correctas y, sobre todo, estables.

Debemos tener en cuenta que la fuente de alimentación es la primera barrera que tiene el ordenador para defenderse de problemas relacionados con sobretensiones, por lo que es el primer elemento en caer (y afortunadamente el único en la mayoría de los casos) cuando esta sobretensión se produce.

Las principales causas de avería de una fuente de alimentación son:

Sobretensión.

Una subida inesperada de tensión va a provocar en la mayoría de los casos la avería de la fuente de alimentación.
Esta avería puede ser más o menos grave dependiendo de la intensidad de la sobretensión. En muchos casos se va a limitar a fundir el fusible de seguridad, por lo que con sustituir este fusible tendremos solucionado el problema, pero si se trata de una subido muy grande puede llegar a quemar la fuente, por lo que no tendremos más remedio que sustituirla por otra. Esto de quemar la fuente puede llegar a ser en el termino más literal de la palabra, llegando incluso a arder.

Es muy difícil evitar esto, sobre todo en el caso de sobretensiones importantes, pero nunca está de más algún medio de protección, como puede ser un SAI, una regleta de enchufes con protección o tener la precaución de desconectar el cable de alimentación de la fuente en caso de corte de electricidad (los mayores problemas de sobretensión se dan al volver a restablecerse el suministro o cuando (y esto es totalmente real) el operario de turno se equivoca y conecta la red a 380 en vez de a 220).

Si se trata solo del fusible fundido, podemos sustituirlo por otro de idénticas características. Si la avería es ya mayor, lo mas conveniente es cambiar la fuente de alimentación por una nueva.

Cualquier manipulación de la fuente de alimentación debemos hacerla SIEMPRE con ésta totalmente desconectada y aún así la fuente lleva unos condensadores que, según donde esté el problema puede dejarlos cargados durante años a 400 voltios, aún estando desconectada de la luz.

Exceso de temperatura.

La fuente de alimentación es uno de los elementos del ordenador que más temperatura genera. Esto se debe que todos los transformadores se calientan y a la potencia que tienen.

Las averías por sobrecalentamiento suelen avisar, ya que antes de estropearse definitivamente da una serie de síntomas, como por ejemplo apagarse el ordenador al poco tiempo de conectarlo, volviendo a funcionar pasado un cierto tiempo (evidentemente, el tiempo que la fuente de alimentación necesita para bajar su temperatura).

Los motivos de que se caliente en esceso suelen ser tres:

– Una mala ubicación.
Debemos asegurarnos que la fuente de alimentación no tenga ningún obstáculo para evacuar el aire caliente que sale de ella, manteniendo una distancia mínima entre esta y la pared o el fondo del mueble donde esté situado en ordenador de al menos 10 cms. (15 cms. en zonas donde haga mucho calor), así como asegurarnos de que le entra suficiente aire fresco.

– Ventilador que no funciona.
Hay que comprobar cada cierto tiempo que el ventilador de la fuente de alimentación funciona correctamente, evacuando la cantidad necesaria de aire caliente para mantener a la fuente en su temperatura óptima de funcionamiento. Si el ventilador se estropea deja de circular el aire y la fuente no refrigera. Ruidos fuera de lo habitual es estos ventiladores son síntomas de que no están funcionando correctamente y pronto van a dejar de hacerlo.
Esta avería es bastante frecuente, pero si tenemos algunos conocimientos de electricidad (los suficientes para hacer un empalme de dos hilos, a ser posible mediante soldadura) la podemos solucionar nosotros mismos, ya que las fuentes de alimentación suelen llevar ventiladores estándar de 8 o 12 cm., que no suelen ser caros.

– Suciedad acumulada.
Por tratarse de un elemento de transformación de electricidad (que ya de por si es un imán para el polvo y la suciedad) y de un elemento por el que circula una gran cantidad de aire, las fuentes de alimentación acumulan una gran cantidad de polvo y suciedad.
Tanto uno como el otro impiden una correcta evacuación de la temperatura de los distintos componentes de la fuente, llegando a causar un calentamiento excesivo que termina por causar averías.

Si bien la fuente de alimentación es un elemento que está cerrado, podemos desmontarla de la caja y limpiarla con un bote de aire especial para limpiar piezas de electrónica (los venden en algunas tiendas de informática y sobre todo en tiendas de electrónica). También podemos abrirla y limpiarla con una brochita.

Hay que recordar que cualquier manipulación de la fuente de alimentación debemos hacerla SIEMPRE con esta totalmente desconectada.

Hay que señalar que en este caso las soluciones que se indican son preventivas, ya que una vez que se ha estropeado la fuente la solución suele ser cambiarla por una nueva.

Llevarla a reparar tan solo nos va a compensar cuando se trate de una fuente de calidad (y de precio alto).