A continuación se explican los cambios en el nuevo Administrador de Tareas de Windows 8.

A pesar de la innovación que significó Windows 7, recién ahora se encuentra tomando una posición estable en el mercado, dejando atrás a los millones de computadoras que todavía tenían al venerable XP como sistema operativo. Esto parece no amedrentar a Microsoft, quién recientemente nos sorprendió con una versión para pruebas de su último desarrollo, Windows 8, repleta de novedades y características muy destacables. En este sentido, la casa de Redmond continúa asombrándonos con el anuncio de las nuevas capacidades del Administrador de Tareas renovado y con un interesante bagaje de funcionalidades espectaculares. 

Los desarrolladores e ingenieros de Microsoft están escuchando las sugerencias de sus usuarios, los cuales en definitiva, finalmente están empujando a Windows a la nueva era de la computación. 

Si bien una de las características más usadas por todo tipo de usuarios de Windows, tanto avanzados como novatos, es el Administrador de Tareas, lo cierto es que este no había sufrido demasiados cambios en la versión incorporada en Windows 7. Pero mediante al feedback logrado entre la comunidad de usuarios del sistema operativo de las ventanas y sus desarrolladores, y gracias al plan de Microsoft que lo puso en marcha, el Task Manager, como también se lo conoce, por fin se está acercando a ofrecer las funcionalidades de las cuales gozan desde hace un buen tiempo otros sistemas operativos. 

Para refrescarnos la memoria, el Administrador de Tareas de Windows es la utilidad predeterminada para acceder a la lista de los programas y procesos en ejecución, así como también a otros datos como la memoria RAM utilizada o el estado de carga del procesador. 

El Administrador de tareas de Windows es una aplicación que ya lleva mucho tiempo anidada en el sistema operativo. Primero, en la versión 3 bajo el nombre de Task List, hasta acabar en Windows 7 con una asombrosa cantidad de opciones, muchas veces molestas y que no aportaban nada significativo al momento de utilizarlas.

Los estudios y análisis que se realizaron dieron como resultado muy interesantes datos, los cuales se utilizaron para definir las nuevas prestaciones y funcionalidades del Administrador de tareas del nuevo Windows 8. 

Tras desarrollar lo aprendido en la práctica, los ingenieros de Microsoft han aplicado una serie de importantes cambios, y es por ello que la apariencia del Task Manager ha sufrido diversas modificaciones. Los mencionados estudios determinaron que el 85% de las veces los usuarios acceden a la aplicación para «matar» o ver los procesos en ejecución. 

Ahora, en primer lugar, cuando ejecutemos la aplicación sólo veremos esta interfaz, limpia y con apenas los nombres de los programas que se encuentran en ejecución.

En el caso de que algo falle, así es como se mostrará, sencillo y pulcro.

Para poder acceder al resto de las características, deberemos presionar sobre el botón «Mas detalles» (More details), lo cual nos mostrará la siguiente pantalla, en donde podremos encontrar abundante información al respecto de todo lo que acontece en nuestro equipo en términos de uso de memoria RAM, carga del procesador, porcentaje de uso de disco y muchos otros detalles de losprocesos que se ejecuten en el mismo.