En Windows Vista existe una forma de lograrlo, se la explico a continuación.

Inspirado en Mac OS, siempre me gustó la idea de tener íconos sin nombre (por un tema estético). En Windows Vista existe una forma de lograrlo, se la explico a continuación.

Primero que nada tienes que configurar Windows para que no muestre las extensiones de los archivos. Esto se hace abriendo cualquier ventana del Explorer > Herramientas > Opciones > Ver > Esconder extensiones de los formatos conocidos.

Una vez realizado esto, nos posicionamos sobre el icono deseado y tecleamos F2. Ahora podremos cambiar el nombre del archivo. Hay que borrar todo y teclear la siguiente combinación:

Alt + 255

Esto creará un espacio en blanco, y cuando deseleccionemos el archivo no tendrá nombre.